A la sazón, debemos recordar los históricos enfrentamientos que mantienen Magdalena (del Mar le dicen) y San Isidro, rencillas que sin duda han sido impulsadas entre los vecinos por actores políticos que jamás permitirán que su pequeña cuota de poder se les arrebate por culpa de alguna iniciativa integracionista municipal.
La verdad es que nuestra capital interactúa económica y vialmente de manera muy distinta a como sucedía hace 50 años y el mapa distrital limeño es por decir lo menos anacrónico; es urgente adaptarse a esta nueva realidad.
Es obvio no esperar que los Alcaldes den el primer paso hacia esta nueva reconfiguración territorial de la ciudad, debemos girar nuestras miradas hacia la PCM quien está en la obligación de tomar al toro por las astas a través de la Dirección Nacional Técnica de Demarcación Territorial (DNTDT) órgano encargado de poner éste tema en agenda del Poder Ejecutivo.
Para ello se requiere, evidentemente una DECISIÓN POLÍTICA y luego convocar a Ingenieros Urbanistas para que puedan aportar técnicamente en las tomas de decisiones y elaboración del bendito Estudio de Zonificación (EDZ)
El Gobierno Regional de Lima Metropolitana además de ser actor principal - por Ley- de esta reforma, deberá realizar estudios de impacto en la recaudación tributaria y redistribución de costos de los servicios públicos (limpieza pública, parques y jardines y seguridad ciudadana) de los eventuales distritos que absorban a sus similares más pequeños.
Va a arder Roma, es verdad, pero los habitantes de la ciudad estamos muy por encima de las aspiraciones políticas de cualquier ciudadano improvisado que se elije como Alcalde, y peor aún cuando viene de un movimiento distrital sin lineamientos políticos o planes urbanísticos serios.
Pero esa es otra historia ......
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@Webteller
